Tajos curvos y tajos rectos. Diego Canogar
Dos papeleras rojas, evocando una violencia deliberada. Como si con unas herramientas hubiese podido arrancar trozos a sus huecas formas. He querido experimentar con estas papeleras, provocarles incisiones y cortes, buscando con curiosidad cuál sería el resultado visual de la intersección de dos tipos de formas diferentes y en distintos ángulos, cuestionándome qué haría la luz del sol con esas superficies coloreadas de un rojo sangre. Porque, a veces, la labor del artista es la de investigar cosas sencillas, sacarlas de contexto, y exponer sus resultados a su público potencial, buscando provocarles sensaciones como la sorpresa o, quizás, el desasosiego. Porque hay algo violento en el acto de arrojar, de tirar cosas en una papelera cuando quizás podríamos reciclarlas mejor.