COLECCIÓN ALCOBENDAS: FOTÓGRAFO DEL MES
Ramón Masats
Madrid. 1959.
Plata en gelatina. 32,5 x 48,5 cm
Ramón Masats captó su imagen más icónica -como si solo hubiera hecho esta, lo que solo hiperbólicamente sería verdad- una mañana soleada de marzo de 1959 en el campo de fútbol trasero del Seminario Conciliar de Madrid, en realidad, una especie de solar, gran metáfora de la España de los 50. Unos seminaristas juegan al fútbol en el recreo, como pasatiempo, y con sotanas (cabe preguntarse si el portero iría a clase con ella llena de polvo), pues les daba pereza ponerse el chándal.
La fotografía fue un encargo para el día del Seminario, y se publicó en el diario Ya. Es una de las pocas fotografías españolas que guarda el MoMA. Y Almodóvar la recreó –sin citarla- para dar imagen de esa España en su película La mala educación. Cuarenta y seis años después, revivieron aquel instante. De ese seis contra uno, el del extremo izquierdo era Jesús Revuelta y, a su lado, José Antonio García Camón; en el extremo derecha, el rematador Mariano Enamorado, de 20 años (que acabaría de psicólogo junto a López-Ibor, y de profesor de literatura en el Ramiro de Maeztu) y, por último, el portero Lino Hernando, de 21 años (que sería arcipreste en la Iglesia de San Sebastián).
Suspendido en el aire, el portero realiza una estirada de altura, de arriba abajo y a su palo derecho –el lugar más difícil para esa parada pasmosa-, un poco ángel, un poco murciélago (vuelo de la sotana, tonsurado pelo y mano extendidos, rozando apenas un balón imparable), captado también el giro del delantero que delata su remate con la zurda. Masats fotografía al portero como si fuese un ojeador y, como Cartier-Bresson, buscador del matiz decisivo que sabe transmitir: su fotografía intuitiva capta el tiempo de la vida, sin recargar la realidad, vaciada de lo superfluo.
¿Queréis saber si fue gol? La sombra os dará una pista.