LA IDEA EN UN SIGNO. COLECCIÓN SÁNCHEZ-UBIRÍA

LA IDEA EN UN SIGNO. COLECCIÓN SÁNCHEZ-UBIRÍA

15 febrero 2017 - 6 mayo 2017 Centro de Arte Alcobendas

Comisario: Sergio Rubira

La colección Sánchez-Ubiría está formada por dos importantes fondos: el primero está compuesto por producción material de algunas tribus africanas y el segundo por obras de arte contemporáneo occidental. La exposición La idea en un signo toma prestada una cita del libro El pensamiento salvaje del antropólogo Claude Levi-Strauss para reflexionar sobre las presuntas relaciones entre un grupo de obras y otro.

Desde comienzos del siglo XX, cuando los primeros vanguardistas quedaron fascinados por las formas de las máscaras y las estatuillas que provenían del continente africano, se ha tratado en numerosas ocasiones de poner en relación el arte occidental contemporáneo con estos objetos que habían permanecido encerrados en las vitrinas o escondidos en los almacenes de los museos etnográficos. Esta búsqueda de afinidades entre un tipo de producción y otro tenía que ver también con una búsqueda del origen, eso que en algún momento se llamó primitivo. Este primitivismo, que suponía un desplazamiento en el tiempo y en el espacio, hacia lo muy antiguo y lo muy distante, fue utilizado también como una forma de poner en valor las obras de estos artistas que querían romper con la tradición. La puesta en escena de estas presuntas afinidades en las muchas exposiciones que se han realizado hasta ahora, subrayaba conceptos como los de universalidad, eternidad y autonomía, traduciendo una idea muy concreta de arte y olvidando que muchas de las piezas que provenían de África tenían un sentido puramente utilitario o eran usadas ritualmente y no encajaban en la historia que se quería contar.

Otra de las ideas que ocultaba esta búsqueda de relaciones tenía que ver con el modo en el que se ha construido la figura del artista en Occidente y las ideas de expresividad y autenticidad, vinculándolo con el brujo y el chamán o aludiendo al carácter ritual, incluso mágico, de los procesos creativos. También se destacaban los rasgos abstractos de muchas de estas representaciones “primitivas” porque no se acogían a la mímesis que había dominado el arte occidental hasta comienzos del siglo XX y se excluían otras mucho más naturalistas o se omitían las que poseían un carácter sincrético porque hablaban de las políticas coloniales de Europa y eso no interesaba. Esta búsqueda de afinidades, de un parentesco muchas veces forzado, se basaba en la mayoría de los casos en sencillas coincidencias iconográficas, en aproximaciones de carácter estético o en casualidades formales y materiales, que dejaban a un lado las peculiaridades de cada uno de estos objetos, su procedencia y su historia y respondían a los estereotipos que se habían construido en torno a la idea de África, de África convertida en mito, de África transformada en espejo sobre el que mirarse, de África como reflejo invertido.

La idea en un signo toma muchas de las estrategias utilizadas en las exposiciones que han buscado estas afinidades para relacionar el fondo africano y el contemporáneo de la colección Sánchez-Ubiría, aludiendo a asuntos como la continuidad de las formas, los usos de los materiales, la idea de fetiche, la presencia del rito, el artista como chamán, el pensamiento salvaje frente al científico, entre otros, al mismo tiempo que en paralelo se construye, a través de otras imágenes y textos que funcionan como notas al pie, un contexto a esta narrativa y se alude a lo que se ha dejado olvidado.

GALERÍA DE IMÁGENES

DÍPTICO DE LA EXPOSICIÓN