SANTUARIOS DE SILENCIO. AGUSTÍN LÓPEZ BEDOYA

SANTUARIOS DE SILENCIO. AGUSTÍN LÓPEZ BEDOYA

4 mayo 2016 - 28 mayo 2016 Centro Cultural Anabel Segura

La figura de los eremitas, aquellos primeros cristianos que, a partir del siglo IV de nuestra era, optaron por retirarse a vivir en soledad y oración al desierto (la palabra eremita, del griego eremos, significa “habitante de un desierto”), ha sido con frecuencia motivo de inspiración dentro de la literatura (Flaubert) y las artes plásticas (El Bosco, Veronés, Tintoretto, Cèzanne, Dalí o Diego Rivera).

Este mismo viaje artístico a la geografía espiritual e introspectiva de los eremitas es el que, cargado de otros acentos plásticos, nos propone también Agustín López Bedoya, con su proyecto Santuarios de silencio. En estas obras, el protagonismo no recae sobre el propio ermitaño, sino precisamente sobre su espacio vital y geográfico -en directa conexión con la huella de la geografía humana de aquellos que lo habitaron-, toda una serie de eremitarios situados a lo largo del Alto Valle del Ebro, y erigidos seguramente entre los siglos IX y X.

A diferencia de otros enfoques más documentales, sus fotografías reflejan una temperatura emocional y un diálogo de presencia-ausencia con el espacio, con el tiempo y con la historia. El tiempo -ese gran escultor, como sabiamente lo definió Marguerite Yourcenar- marca con su tic-tac de siglos buena parte del ritmo de estas obras. Tiempo doblemente detenido: por el arte de magia de la magia del arte, y por esos mismos eremitarios y construcciones que han quedado como suspendidos en el curso, finito pero casi incontable, de los minutos, las horas y los días… Del mismo modo, estos santuarios nos llevan igualmente a escuchar y a sentir el silencio. Un silencio preñado de energías, de dudas, de soledades, de éxtasis, de gozos, de sombras, de reflexiones, de miedos, de epifanías, de revelaciones, de historias únicas e irrepetibles.

Querido lector-espectador: esta exposición nos invita-incita pues a realizar un singular viaje en el tiempo (como el joven Napoleón ante las pirámides, podríamos decir que muchos siglos nos contemplan desde estas pétreas arquitecturas…) y en el espacio (un paisaje fascinante, y no tan conocido como en justicia debería ser, que hermana hermosas zonas de Palencia, Burgos y Cantabria), con las únicas alforjas de la curiosidad, la emoción, la sensibilidad y el respeto. Pasen, vean…y sientan. (Francisco Carpio: "Oasis en el desierto")

DÍPTICO DE LA EXPOSICIÓN